La región Sanabresa ha estado habitada desde la Edad de Bronce por los pueblos Celtas, bien conocida como la Cultura «Castreña» gracias a su riqueza en pastos para la ganadería y en minerales como el Hierro y el Cobre que hicieron proliferar la población en estas duras montañas.

De esta época encontramos aun variados vestigios en forma de cultura popular, como las mascaradas, las leyendas y mitos, en nombres tan claros como Castro, Coso, Ferreros, etc., y en vestigios muy palpables como el Castro de Santo Toribio, donde se fundía hierro y cobre, restos de construcciones (colmenares, malpais,…), e incluso sarcófagos y piletas labrados en la piedra.

La romanización, aunque no dejó tanta huella como en otros lugares de la península, aprovechó algunos de los Castros existentes para continuar con la actividad metalúrgica, y a otros los doblegó y destruyó quedando algunas muestras de campamentos de asedio. Por fortuna aun se conservan algunas losas con inscripciones como en la Ermita de la Alcobilla, junto a sus castaños milenarios (recordar que el castaño tan común hoy en día, fue introducido por los romanos), y en la Iglesia de Paramio.

Tras la caída de la Hispania Romana, fueron los Suevos con el rey Hermenerico a partir del 411 d.C. los que gobernaron en la zona y trajeron el Cristianismo Arriano como religión.

No fue muy larga la influencia musulmana tras la conquista de la Peninsula por parte de los Árabes a partir del 711 d.C., ya que apenas 30 años más tarde, y como consecuencia de las revueltas Bereberes del 740 y 741 d.C., las tropas abandonaron el Norte peninsular hasta la Sierra de Gredos, por lo que apenas algunos nombres (como los míticos «Mouros» de la mitología) permanecen en Sanabria.

Tras esto, Alfonso VIII de Asturias toma  el mando trayendo consigo, entre otras cosas, la lengua local Sanabresa, que apenas se conserva hoy en día y es la base del Astur-Leonés (aconsejo conocer los estudios de Krüger al respecto), y teniendo que defender la región de los ataques y racias de Almanzor en el año 1000 dC., parece que las fortificaciones de Puebla de Sanabria ya serían conocidas en esta época).

En el 1127 dC. se independizó el Condado de Portugal con Alfonso Henriques, retomando Sanabria importancia militar, por su localización fronteriza entre Galicia, el Reino de León y Portugal. Gracias a ello, en 1220 dC. se refuerzan las defensas de Puebla con su Castillo y Murallas, y consigue tener un Fuero propio.

No es hasta 1451 cuando la Familia Pimentel, Condes de Benavente se convierten en propietarios del Castillo y en 1489 consiguen igualmente la Villa.

Desde entonces, Sanabria ha disputado contiendas con Portugal durante su Guerra de Independencia, la Guerra de Sucesión y las contiendas contra los Ejércitos franceses de Napoleón.

A día de hoy pertenece a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, provincia de Zamora, siendo la despoblación uno de los principales problemas locales, a pesar del auge del turismo desde finales del Siglo XX, principalmente centrado en la belleza y tamaño del Lago, y que ha facilitado un resurgimiento económico que el área agrícola y ganadera no conseguía mantener.

Sergio Gómez Castro