ZZ Lago de Sanabria y alrededores
Situado en la Provincia de Zamora, cerca de los límites fronterizos de Galicia, León y Portugal, el Lago de Sanabria, también conocido como Mare Lacum o Lago de Villachica, con 3,47 km2, 3,16km de largo, y hasta 53m de profundidad, es el lago glaciar más grande de la Península Ibérica, y es alimentado por la aguas del rio Tera.
Se encuentra a una altitud de 1000m sobre el nivel del mar y forma parte del «Parque Natural Lago de Sanabria, Sierras Segundera y Porto».
Su origen se remonta hasta hace unos 100.000 años, durante la glaciación de Würm cuando una enorme masa de hielo ocupó toda esta superficie, hasta que hace unos 10.000 años, se fue retirando, dejando tras de sí las enormes rocas que arrastraba su lengua de casi 15km de largo y hasta 300m de espesor (morrenas), y significantes marcas en el pàisaje en forma de cañones y valles colgados.
La bonanza pesquera de sus aguas, ha sido aprovechada históricamente por los Monjes Cistercienses del Monasterio de San Martín de Castañeda, llevando con ello casi 1000 años de disputas con los lugareños, hasta que Manuel de Villachica consiguió comprarlo tras la desamortización de Mendizabal en el S. XIX
A día de hoy, a pesar del riesgo que sufrió en su momento por intención de crear una presa para su aprovechamiento industrial, afortunadamente desechada la idea tras las protestas de los habitantes locales, es un paraíso natural reconocido internacionalmente y protegido tanto el propio lago como su entorno a modo de Parque Natural.
Es conocido que monarcas como Felipe II o Alfonso XIII disfrutaron de las bonanzas de sus aguas y truchas, y que escritores como Unamuno se inspiraron en sus parajes para escribir alguna de sus mejores obras cuando aun se disfrutaba del relax en el antiguo balneario de Bouzas, a día de hoy tristemente abandonado y en estado de ruina. Sin embargo el viajero de hoy día aun puede aprovechar las bonanzas de playas como la de Viquiella, Los Enanos, o Custa LLago dejando que las pequeñas truchas se acerquen a pocos centímetros en unas aguas verdaderamente cristalinas y agradables.